sábado, 19 de marzo de 2016

En el trabajo

Hola amigos,

Me encanta mi trabajo o mejor dicho me encantaba. Cuando hace 13 años salió la oportunidad de ascender no me lo pensé. No sabía bien ni el horario ni cual sería mi cometido pero el hecho de experimentar esa emoción del cambio y tener nueva motivación me llenaba.

Hemos ido cambiado de jefes, hasta 4 han pasado ya. En los dos últimos años físicamente no me encontraba bien. Había iniciado un proceso de reconocimiento de discapacidad por el tema de mi enfermedad hepática, artrosis, ojo seco, talasemia minor,..no tenía fuerzas e ilusión en el trabajo como antes. Los cambios de turnos me hacían polvo, no dormía bien y tampoco podía ir al lavabo. Se me pasó por la cabeza pedir un cambio pero no lo veía claro. Físicamente iba a peor e incluso mentalmente ya no tenía tanta lucidez. Finalmente sólo me dieron el 29% de discapacidad. Quería hacer presión si hubiera tenido más porcentaje. Después de pasar la revisión con la doctora pasé a la psicóloga y ésta me dijo que seguramente me darían el 33%. Pero no fue así.

Aún con el 29% me lancé y pedí un cambio lo que no sabía es que lo tendría difícil.

No me lo ponían fácil decían que en mi caso sería difícil encontrar una substituta, era muy valiosa. 
Tuve que pasar revisión médica para que valoraran mi salud. Me atendió un médico que no comprendió como me he encontraba. Ni siquiera cuando le expliqué lo mal que me sentía con los cambios de turnos y por las veces que en mi trabajo no podía hacer los descansos que mi cuerpo pedía. Su resultado final fue apta para el trabajo. No entendió nada de nada. Claro que soy apta para el trabajo pero con unas condiciones que no tienen nada que ver con mis habilidades administrativas. La compañera de prevención y salud laboral me comentó que cuando pasara revisión médica, la anual la que nos hace la empresa previa petición nuestra, lo comentaría al centro. Me tocó una doctora encantadora y fue de la misma mutua que el anterior médico. Ella si que lo entendió y su informe ponía que aconsejaba turno fijo de mañana y no atender con asiduidad. Así me lo han estado aplicando, me pusieron turno de mañana, pero en la práctica seguía atendiendo al público, hasta que..

Mi jefa propuso hacer una convocatoria de promoción interna, había una persona que estaba en el departamento de su marido que siempre había querido promocionar y si pasaba la prueba ella iría donde yo y yo iría donde ella. Pero no me acababa de gustar, le comento a mi jefa que donde tendría que ir había escaleras y tendría problemas de movilidad. Los técnicos están en el primer piso, la cocina, el agua está en el primer piso. Por mi artrosis de rodilla no puedo subir escaleras. No hay ascensor. Mi jefa comentó no pasa nada ya te ayudarán, me ayudaran? que tengo que estar siempre pendiente de los demás?

La verdad que durante aquellos días no estaba demasiado centrada en este tema, estaba acabando mi tratamiento hepático y no quería que nada interfiriera en mi curación. 

Se convocó la plaza y claro seguramente era de esperar de las 3 personas que se presentaron, pasó la que mi jefa proponía. Se me hundió el mundo. Hubiera querido encerrarme en una caja y no salir.

Acordamos que ella vendría a ratos conmigo para explicarle y yo iría también allí para que me explicara. 

El primer día que llegó, la llamaremos Pili, no traía ninguna libreta para tomar apuntes. Pensé que lo veía todo fácil y que con sólo mirar ya lo tendría todo sabido. Le dije que cogiera papel y le empecé a explicar lo mejor que pude. Pero me sorprendió su actitud.

Sobre las 13 h. yo fue a su sitio. Yo llevaba una libreta que había comprado en los chinos. A pesar de todo estaba ilusionada. Cuando llegué las compañeras de allí comentaron que no sabían que estaba tan mal de las rodillas y hasta se sorprendieron porqué claro no podía subir las escaleras. Ya te traeremos agua y otras cosas dijeron. Cuando Pili empezó a explicarme iba de un lado para otro de la conversación no se centraba en detallar el trabajo que ella hacía, no me enteraba de nada yo que siempre apunto todo no pude apuntar NADA.

Llegué con tos y algo pachucha y a las 3 cuando salí me encontraba muy mal, tan mal que tuve que coger la baja, una gripe, fiebre, malestar. Entre el tratamiento del hígado, la gripe y el disgusto del trabajo mis defensas se habían ido de vacaciones.

No estaba contenta y así lo dije cuando volví. No podía ser no se había tenido en cuenta el tema de la mobilidad. Me tendría que quedar allí para siempre.

Continuaré.

Un besote.

domingo, 13 de marzo de 2016

El monstruo y yo

Hola amigos,

He ido a recoger los resultados de final del tratamiento, parece que el monstruo ya puede estar preparando las maletas ya que podría ser su fin. No sabré si ha funcionado hasta mediados de junio cuando me vuelvan a hacer todas las pruebas. Si todo sale negativo por fin habré vencido a Goliat. Todavía no me lo puedo creer. Ha sido todo muy fácil. Una luz de esperanza para personas como yo, que tienen alojado en su interior ese terrible bicho. 

En casa de mi familia nunca le han dado importancia a todo lo que me pasaba con mi enfermedad. Creo que mis padres no me hacen demasiado caso. Se han volcado tanto en mi hermana...tiene problemas de retina y ha perdido bastante visión, todo lo que hago, todo lo que me pasa no tiene sentido ni les importa. Hasta mi tía, hermana de mi madre, se ha dado cuenta. Mi monstruo no es monstruo para ellos. Mis monstruos no les asusta. Sólo les importa mi hermana, a mi madre más que a mi padre. Me tienen un poco olvidada. Cada vez que mi hermana aparece o dice alguna cosa mi madre la venera. Mi hermana siempre ha tirado mucho de mis padres. Algunas veces por interés. La verdad es que somos muy diferentes.

Recientemente me han diagnosticado osteoporosis, se lo comenté a mi madre le dije que era grave y se rió. Me dolió muchísimo. A mi marido no se lo comenté porqué él dice que no les cae bien a mis padres. Todo esto me hace sufrir muchísimo.

Un besote.

domingo, 21 de febrero de 2016

El monstruo


Os voy a hablar de El Monstruo. Me acecha desde hace 23 años. En silencio, en la oscuridad. No sabía mucho de él. Apareció un día en mi vida sin esperarlo. No me causaba demasiados problemas. Lo tenía escondido en el armario, no parecía muy fiero, pero por si acaso. Por las noches daba golpes en la puerta y gemía, quería salir.
Hablando con otras personas me explicaron que ellas también tenían monstruos y que algunos eran muy malos. Me aconsejaron que lo mejor que podía hacer era dejarlo salir, que andara libremente por la casa y que incluso otras personas lo conocieran. Me daba mucho miedo que lo vieran. Dios mio!
Me armé de valor y al día siguiente abrí la puerta del armario. Me sentí liberada, esa es la verdad. Que otros lo conocieran que supieran de su existencia me libró de una pesada carga.
Ya libre, empecé a conocerlo mejor y me asusté bastante. Mucho. En cualquier momento me podía dar un zarpazo y ya no lo contaba. Cada día era una lucha. Cuando me rozaba, mi cuerpo caía en un cansancio atroz, sin ganar de hacer nada en incluso llegaba a tener confusión mental.
Se hablaba en prensa de nuevos antídotos, pero costaban tanto dinero..., tanto que nunca podrían llegar a mi. El monstruo se apoderaba cada día de un lugar diferente de mi casa. En unos de los últimos roces me hizo daño de verdad. Las pruebas así lo decían, no tenía ilusión. Sin pensar llegó una luz de esperanza. Me iban a dar el antídoto, eso que decían que te libraría para siempre del monstruo. Cuantas veces había soñado con ese momento. Ocho semanas, 1 pastilla diaria.
Parece ser que mi monstruo ya está buscando nuevo alojamiento pues el 17 de mayo del 2016 se le acaba el contrato de arrendamiento de mi piso.
Estoy cansada de cargar con él a todos sitios. Pesa mucho.
Un besote.

domingo, 14 de febrero de 2016

Hoy primer día

Buenas tardes, hoy es primer blog estoy emocionada ha sido soñar, pensar y hacerlo. Hecho.
Es una tarde triste está lloviendo pero caray se necesita agua, mucha agua pero claro con tranquilidad que hace daño.
Al mediodía cuando comía pollo al horno, por cierto buenísimo, al masticar se me ha partido un trozo de muela (funda) que desastre y encima se me ha quedado una punta que me martiriza constantemente porqué me roza la lengua. Estoy deseando que acabe el domingo para llamar mañana lunes al dentista. Ojala me lo solucione rápido.
Estoy convaleciente de un resfriado muy fuerte o de una gripe quizás más suave. Hacía tiempo que no tenía fiebre aunque la tos ya era una habitante familiar en mis días de invierno. Ya puedo tomar lo que sea que siempre me visita, que fastidio. Por las noches no me deja descansar. Ahora he optado, me viene de herencia pues mi madre también lo hace, ponerme un botellín de agua en la mesita de noche y cuando me viene la tos trago va y trago viene. Lo que me faltaba para ir más al baño ya me levanto entre 3 o 4 veces cada noche...
Estoy finalizando mi tratamiento para la hepatitis C. Acabo el miércoles. No me lo puedo creer y en la última analítica el fármaco está funcionando. Casi ni me enterado y por eso pensaba que igual no me estaba haciendo efecto que pasaba de mi.
En otras entregas os hablaré de mi enfermedad por si hay otras personas que también tienen hepatitis. Me gustaría ayudar con mis palabras.
También estoy en proceso de cambio de ubicación de mi trabajo. Empezó hace ya algo más de 1 año y todavía estoy en el camino.
También tengo a mi padre en el hospital fractura de fémur, un fastidio para todos y más para él.
A mi hermana la han intervenido de cataratas.

Un besote.